Tu felicidad depende en gran medida de tu forma de ver las cosas. La felicidad es un estado de ánimo que nace en tu interior, y que por tanto, no depende necesariamente de acontecimientos externos favorables para producirse.
Aunque pueda parecer increíble, lo cierto es que tu felicidad puede incrementarse con un poco de práctica. Prueba a sentirte feliz deliberadamente durante cinco minutos al día. No trates de sentirte feliz por algo en concreto, limitate tan sólo a sentirte feliz.
Para llegar a este estado, recuerda como te sentiste en los días más felices de tu vida e intenta reproducir ese sentimiento en el momento presente. Practicando éste ejercicio con regularidad, comprobarás que es posible sentirse feliz a voluntad y notarás día a día que tus momentos de felicidad van aumentando.
La felicidad es algo que depende de nosotros mismos. Aunque los demás puedan influir en determinadas ocasiones sobre ella, en última instancia de ti depende ser feliz.
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